29 noviembre, 2020
Lorrie Brubacher, M.Ed, LMFT / Instructora Certificada en EFT
¿Terapia individual o terapia de pareja? Esa es la pregunta. ¿Este cliente necesita ayuda personal en terapia individual para que pueda estar listo y así tomar terapia de pareja? ¿Necesito ver a su pareja quien es extremadamente evasiva y a veces hostil en algunas sesiones individuales, antes de reanudar el trabajo en pareja?, ¿necesito hacer terapia individual y de pareja simultánea o alternadamente? ¿Cómo decido?
Estas preguntas fueron planteadas recientemente en reuniones de supervisión y publicado en múltiples correos del “ICEEFT listserv”. Deseo dar mi reconocimiento a la terapia de pareja como la modalidad de primera elección en el momento en que un terapeuta EFT enfrenta estos cuestionamientos.
EFT es un modelo que como sabemos promueve el vínculo de apego como el mejor antídoto para la angustia. No necesitamos trabajar individualmente como preparación para una terapia de pareja. Es cierto que puede requerir mucho valor y confianza en el proceso de EFT para darle prioridad a una terapia de pareja; sin embargo, la investigación acerca de la efectividad de la terapia en el tratamiento de problemas aparentemente individuales como son: la depresión, ansiedad y reacciones postraumáticas, nos señalan ir en esta dirección. Esta investigación nos da certeza para recomendar la terapia de pareja, cuando esto sea seguro y posible, y ahí es en donde encontraremos más recursos para darle forma al apego seguro y es en ese contexto en el que podremos obtener el mejor antídoto contra el malestar emocional.
Es comprensible y bastante común en los clientes sentir que necesitan terapia individual para las que consideran preocupaciones personales; así mismo los clientes consideran que necesitan un trabajo individual en primera instancia antes de contar con los beneficios de una terapia de pareja. Así también, es tentador que los mismos terapeutas se sientan atraídos hacia la resolución de traumas infantiles de sus clientes esperando que esta sea una estrategia para proteger de una u otra manera la participación de su pareja en la experiencia emocional correctiva como un destello de luz o momento de respiro para ese momento curativo. Los terapeutas también pueden quedar atrapados en los patrones de angustia de sus clientes, y así justificar la necesidad de suavizar antes a un perseguidor con la expectativa que “aparezca lo que está oculto” o necesitando trabajar individualmente con el evitador pues lo perciben demasiado cerrado para entrar a la terapia. Estas elecciones pueden patologizar a uno de los miembros de la pareja y apartarse del marco de EFT, en el que la esencia del problema no es la persona sino el patrón interactivo en el que las personas se encuentran atrapadas.
Como terapeuta activa practicante y formadora de EFT priorizo la terapia de pareja cuando un cliente está en una relación y ambos están dispuestos a asistir a terapia. Sin embargo, cuando una persona que acude individualmente se encuentra reacia a considerar la terapia de pareja como opción o invitar a su pareja a involucrarse en la terapia de pareja, los invito y animo a que reconsiderar. La perspectiva vincular implica que será mucho más benéfico invitar a su pareja pues esta persona de su vida constituye el mayor “detonador” de su propia angustia; así como, potencialmente el mayor recurso de apoyo y crecimiento. De manera alternativa, si la pareja no lo percibe como parte de la angustia, enfatizo el gran recurso que puede llegar a ser en su relación y hago notar que la terapia de pareja puede ser el mejor antídoto para lo que en este momento constituye o es percibido como un problema individual ya sea en una depresión, ansiedad o reacciones postraumáticas.
Trabajando con el modelo basado en teoría del apego, animo a la pareja a participar juntos en la terapia, desde el comienzo del proceso, desde la evaluación y hacia adelante, y a pesar de la renuencia inicial hacia el trabajo en terapia de pareja, escuchar el mundo de su pareja y compartir experiencias recién ensambladas y formuladas en los encuentros entre ellos tendrá un impacto más profundo en la reestructuración del vínculo que una interacción similar en terapia individual. El impacto de cada experiencia emocional correctiva se acentuará siempre y cuando sea creado a partir de una relación primaria. Por ejemplo, el poder de la resolución del trauma con un terapeuta individual puede ser comparado con prender una linterna en la reparación de heridas, mientras que la participación de la pareja constituye una experiencia emocional correctiva que es comparable a prender un reflector en un momento de sanación. La pareja es quien es más probablemente detone memorias de traumas presentes y pasados, pero también la persona que, con des-escalamiento gradual y una seguridad recientemente moldeada, puede hacer que sea más seguro recordar y reprocesar. Cuando la pareja de alguien que es sobreviviente de trauma puede tolerar y sostener al otro en medio de las reminiscencias del pasado, el vínculo se fortalece y surge la resiliencia en cada uno de ellos junto con una dependencia constructiva y un sentido de importancia de tener al otro en su vida.
En ocasiones puede parecer contradictorio realizar terapia de pareja, especialmente cuando se trabaja con sobrevivientes de trauma. Por ejemplo, si una persona le dice a su pareja “tu voz áspera me remonta a cuando era esa pequeña niña petrificada que sabía que no está a salvo- es la cara de rabia de mi papá – todos nos sentíamos inseguros” Esto puede significar un desafío para el/la terapeuta, particularmente si ambos clientes están expresando “yo creo que es necesario hacer un trabajo individual contigo, hay tanto de nuestro pasado que es importante trabajar en ello”. En EFT se nos recuerda que la díada del apego, es la mejor la más poderosa cuando de cura se trata. La terapia de pareja es una despatologización rica y respetuosa en un contexto terapéutico. Trabajar con la díada primaria, es algo así como hacer el trabajo más productivo y generalizable a través de todos los contextos relacionales de una persona. La exploración en el momento presente con la pareja de los detonadores de pánico resonante con el trauma proveniente de etapas tempranas puede ser el punto de partida para re-significar esos detonadores y darle nueva forma a la relación como promotora de apoyo y seguridad. Cambiar los modelos operativos internos de Sí mismo y de los demás en terapia de pareja, cambia también la experiencia propia de sí, del otro y del mundo.
Destaco la importancia de la terapia de pareja cuando es posible y seguro ya que en esencia nuestro modelo es diádico, en el que las díadas son el punto crucial en la regulación emocional y la fuente de seguridad y consuelo ante la experiencia de la angustia y el trauma de supervivencia. La co-regulación y la conexión segura reconfortante constituyen el punto de partida en un modelo de terapia basada en el apego. Los modelos que no se basan en el apego como base, tienden a moverse fácilmente hacia la ayuda que calma lo suficiente a la pareja o trabajar en la autorregulación de un trauma en su historia, antes de iniciar con una terapia de pareja. En ocasiones este enfoque en la autorregulación antes que la co-regulación es expresado tanto por pacientes como por terapeutas como producto de preocupación en no fomentar la dependencia y tiene más bien una visión individualista al considerar que la persona debe amarse a si misma antes de estar preparado para una terapia de pareja.
Si nosotros como terapeutas EFT podemos simplemente ir al mudo y experiencia que vive la pareja, ahí donde se encuentran, podemos normalizar la angustia. Realmente podemos validar las tendencias de acción como “estrategias con sentido” hacia la supervivencia que simplemente provocan o detonan que su pareja haga muchas cosas que provocan a su pareja y los hacen perder el equilibrio emocional. Comenzar por reflejar despacio y de manera simple el proceso “intra” presente (movimiento 1 del tango), y así trabajar con la pareja con sus procesos “inter” en el momento presente, constituye la forma más eficaz de dar forma a un cambio a largo plazo para cada uno y para el vínculo de la relación. Creo que esto es lo mejor que ofrece EFT para animar a hacer un trabajo de pareja cuando el cliente está en una relación. Cuando una pareja solicita sesiones individuales además de la terapia de pareja, ralentizo el proceso y pinto un cuadro de cómo preveo que se trabajará para alcanzar sus objetivos de manera más efectiva en la terapia de pareja. Siembro un poco de apego en la etapa 1. También sintonizo muy deliberadamente con cualquier deseo declarado de terapia individual, con el fin de ser transparente, validar, y también para ser directiva en la manera en la que le doy forma al curso de la terapia.
Siempre es importante invitar y atender a la perspectiva de cada pareja sobre el proceso de la terapia desde el inicio de la misma, equilibrando la dinámica de poder del terapeuta como consultor experto en el proceso con los clientes siendo éstos los expertos en su experiencia del momento presente. La transparencia con nuestros clientes acerca de nuestra recomendación para la terapia de pareja puede incluir permitirnos ocasionalmente ser flexibles y tener sesiones individuales adicionales con cada pareja. Pero dado lo que sabemos acerca de la eficacia de la terapia de pareja (detallada anteriormente ), conservar el contexto de la terapia de pareja será más eficaz, menos patologizante y más coherente.
Traducción del artículo original publicado en:
EFT Newsletter: 47th issue. Fall 2020