fbpx

Dra. Sue Johnson, creadora de la Terapia Focalizada en las Emociones: “En última instancia, creo que EFT es más que una técnica terapéutica. Es una forma de comprender lo que significa ser humano. Nos recuerda que no estamos destinados a vivir en aislamiento. Que nuestras relaciones son nuestra mayor fortaleza, y cuando aprendemos a cuidarlas, podemos transformar no solo nuestras vidas, sino nuestras comunidades y, espero, algún día, nuestra sociedad”

9 diciembre, 2024

Madre, escritora, amante de la naturaleza, feminista, bailarina de tango y estudiante de historia, la Dra. Sue Johnson, creadora de la Terapia Focalizada en las Emociones, era una mujer generosa y cálida, con un exquisito sentido del humor. 

Inspiraba con su capacidad admirable para establecer conexiones auténticas y profundas, contar historias y cautivar a todos los que la escuchaban.

En este cierre de año, acompáñanos a recordar a nuestra querida Sue desde un plano más personal.

INFANCIA EN UN MUNDO DE ADULTOS

Sue Johnson creció en un pub inglés de clase trabajadora. Un entorno poco convencional que influyó profundamente en su desarrollo personal y profesional. 

“En casa tenía a mi mamá, mi papá y mi abuela, pero no tenía hermanos. Además, el pub era el centro de nuestra vida comunitaria. No había niños alrededor. En la escuela estaban las niñas de clase alta, católicas, que siempre hablaban de una forma muy refinada. Ellas eran llevadas en coches caros mientras yo tomaba tres autobuses para llegar a casa. No teníamos ni teléfono. Así que los únicos jóvenes que veía eran mis compañeros en la escuela, pero en casa, estaba rodeada de adultos.

Era un ambiente peculiar para criar a una niña porque estaba constantemente rodeada de adultos. Todos interactuaban conmigo y hablaban conmigo. Creo que eso influyó enormemente en mi desarrollo, porque siempre estaba en contacto con personas mayores. Mi padre, en particular, me alentaba a ser auténtica (…) En otras palabras, tenía mucha libertad, apoyo y seguridad en este mundo adulto tan diverso, donde observaba peleas, reconciliaciones y situaciones complejas para una niña. 

Una de las enormes realidades de mi infancia fue que entendí que mis padres se amaban, y peleaban continuamente. Eso era algo que me angustiaba, me desconcertaba, me alarmaba y me aterrorizaba. Creo que, en algún lugar de mi mente, sentada en las escaleras en la oscuridad, escuchándolos pelear, de alguna manera sentí que debía haber una mejor manera. Además, adoraba a mi padre, y al final, el hecho de que el matrimonio no funcionara lo destruyó (…) Así que supe cuán importantes eran las relaciones”. 

ESPÍRITU DE LUCHA

Sue describe a su madre como una figura desafiante pero clave en su vida, cuya agresividad y fortaleza fueron tanto un obstáculo como una inspiración que moldearon su propio carácter luchador.

“Era una mujer muy agresiva, la persona más agresiva que he conocido. Era pequeña, pero era una luchadora nata. Siempre decía: ‘La única virtud que importa en la vida es el coraje. Si no tienes coraje, no tienes nada’. 

Imagínate cómo debía ser ser una mujer en un pueblo naval, trabajando en un pub y siendo pequeña físicamente. Tenía que ser fuerte para sobrevivir. Si las cosas se salían de control en el pub, especialmente los viernes por la noche, cuando la gente cobraba y se emborrachaba, mi madre siempre estaba lista. Llevaba un traje negro y, si era necesario, tomaba una botella de licor pesada, como una de jerez, y caminaba hacia el centro del conflicto diciendo: ‘Chicos, compórtense’. Si no lo hacían, golpeaba a alguien con la botella. No había discusiones con ella.

Pero, claro, esa agresividad a veces también se dirigía hacia mí, lo que no era tan agradable. Cuando era adolescente, mi madre y yo estábamos en una constante guerra. Sin embargo, debo admitir que heredé algo de su espíritu de lucha. Creo que nunca habría llegado donde estoy sin esa capacidad de luchar. Aunque mi manera de pelear no era agresiva, aprendí a defenderme. Creciendo en una Inglaterra de clase trabajadora, si no tenías esa fuerza, era difícil salir adelante”. 

FIGURAS DE APEGO SEGURO

Psicoterapeuta, docente, investigadora y autora de múltiples libros y artículos, Sue hablaba con gran admiración y cariño sobre su padre, marinero, a quien describía como una figura clave en su desarrollo personal y profesional. Su padre fue un modelo de apego seguro. 

“Toda mi familia, excepto mi padre, decía que lo máximo que podría ser sería peluquera o enfermera. La idea de que yo fuera a la universidad era absurda. Pero mi padre dijo: ‘Ella aprobó los exámenes. Irá a la universidad, y punto’. Siempre me apoyó.”  

Mi padre, especialmente, fue una gran influencia en mi vida. Solía decirme: ‘Cuando el mundo parezca derrumbarse, planta los pies firmes en el suelo, respira profundo y sigue adelante’. Esas palabras me guiaron muchas veces. 

Estoy muy agradecida de que mi principal figura de apego cuando era niña haya sido mi padre. Soy muy consciente de que, a lo largo de toda mi vida adulta, especialmente en momentos de fracaso, de alegría y en momentos clave, puedo escuchar la voz de mi padre. Mi padre sigue siendo una realidad para mí, aquí mismo, lo llevo dentro de mí. Eso es lo que hacemos con nuestros seres queridos: los llevamos con nosotros y hablamos con ellos cuando enfrentamos estos dramas con ellos”. 

Sue también fue criada por su abuela, quien fue muy importante para ella. 

“Hasta el día de hoy, influye en la forma en que como. Me encantan cosas raras como quesos azules apestosos, que el resto de mi familia detesta. También me encantan cosas como Marmite, el jengibre puro y los dulces turcos, todo gracias a mi abuela. 

Mi abuela me sentaba en su regazo y me daba sandwiches de Marmite y jengibre puro. Era algo bastante extraño. Pero fue una infancia peculiar. Me enseñó que existen múltiples realidades. Una vez escuché a alguien decir que los niños aceptan la realidad que se les presenta, y creo que es cierto”.

UNA CARRERA CONTRA CORRIENTE

A lo largo de su carrera, la Dra. Sue Johnson enfrentó numerosos desafíos al proponer un enfoque innovador para la terapia de pareja. En una época donde predominaban las ideas conductuales y analíticas, Johnson apostó por una visión centrada en el apego y las emociones humanas, encontrando resistencia y escepticismo en la comunidad académica y terapéutica.

El mayor obstáculo en su viaje como pionera en este campo fue el rechazo inicial a sus ideas. 

“Era como nadar contra corriente. En los años 80 y 90, la terapia de parejas estaba dominada por enfoques conductuales o analíticos. 

Mis colegas decían que la teoría del apego era irrelevante para los adultos. Algunos incluso me dijeron que estaba ‘perdiendo el tiempo’ con esa línea de investigación. Recuerdo enviar artículos sobre el modelo que estaba desarrollando, y muchos eran rechazados con críticas devastadoras. Un revisor llegó a escribir seis páginas argumentando que mi trabajo era ‘incompetente’ y ‘peligroso’. Fue desmoralizador. 

Pero cada vez que me planteaba rendirme, volvía a mis grabaciones de las sesiones de terapia. Los cambios reales que veía en mis clientes eran mi motivación para seguir adelante. 

“Fue un proceso solitario y, a menudo, desalentador. Pero también aprendí que cuando crees profundamente en algo, debes luchar por ello, incluso si parece imposible. Y eso hice. Seguí escribiendo, investigando y enseñando. Con el tiempo, la evidencia se acumuló, y la comunidad terapéutica comenzó a tomar en serio el impacto de las emociones y el apego en las relaciones”.

REDES DE APOYO

Además de recordar las palabras de aliento de su padre, Sue cuenta que lo que le ayudó a seguir adelante pese a los desafíos fue el apoyo de su esposo y seres queridos.

“También me ayudó recordar el impacto que tenía mi trabajo en las parejas y familias. Cada historia de éxito era un recordatorio de por qué hacía lo que hacía. Y, honestamente, el sentido del deber. Sentía que había encontrado algo importante, algo que podía marcar una diferencia real. No podía ignorarlo.

También diría que fue clave rodearme de colegas y aliados que compartían mi visión. No estaba sola. A medida que EFT creció, atrajo a otros profesionales apasionados que ayudaron a expandir y perfeccionar el modelo. Esto se convirtió en un movimiento colectivo, y eso me dio fuerzas para seguir adelante”.

MISIÓN DE VIDA

“Para mí, la misión principal es ayudar a las personas a entender que no estamos solos y que no tenemos que enfrentar el dolor en aislamiento. Las conexiones humanas son esenciales, no solo para sobrevivir, sino para prosperar”.

CANCIÓN FAVORITA: Desperado, de la banda estadounidense de rock Eagles. 

“La dependencia se convirtió en una mala palabra en algún momento de nuestra historia, y todos nos enamoramos de la imagen del vaquero solitario cabalgando por la pradera. 

La canción de Eagles, Desperado, me encanta (…), es mi canción favorita porque básicamente toma la imagen del vaquero solitario y le dice: ‘Amigo, será mejor que encuentres a alguien que te ame porque estás en serios problemas’”.

Sue vivirá siempre en cada atención que brindemos, en cada vínculo que ayudemos a reparar, en cada corazón que sostengamos.  No hay honor más grande para la comunidad de terapeutas EFT que ser parte de su gran legado. 

Estamos seguros de que su obra continuará ofreciendo un mapa invaluable para guiar a actuales y futuras generaciones de profesionales de la salud mental y para todo ser humano que se encuentre en búsqueda de una conexión emocional profunda en sus relaciones personales más significativas.  

En un mundo donde parece que reina la desconexión, el aislamiento y el conflicto, la obra de la Dra. Sue Johnson permanece como un faro de esperanza, demostrando que la reparación, la conexión emocional y la seguridad en nuestras relaciones son posibles y transformadoras.

Fuentes:

  • https://www.youtube.com/watch?v=PlHmy5OhF1E 
  • https://www.youtube.com/watch?v=DyN-HCmAKRo&t=3362s

Ver más

ICEEFT se complace en otorgar el premio de investigación de este año al Profesor Martiño Rodríguez González de la Universidad de Navarra (España).

Miércoles en comunidad EFT – Estamos juntxs en el mismo camino

EFT y el programa Healing Hearts Together

×